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¿Cuántas veces debería lavar la ropa?

Lavar la ropa con demasiada frecuencia no solo daña nuestras prendas, sino que también tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Sin embargo, podemos reducir este impacto realizando algunos cambios simples.


La reducción de la frecuencia de lavado no solo nos ayuda a ahorrar, sino que también tiene un impacto significativo en la sostenibilidad. Muchas veces pasamos por alto el hecho de que el cuidado de la ropa representa una parte considerable de la huella de carbono y el consumo de recursos a lo largo de su vida útil.




Las prendas de lana son comúnmente lavadas en exceso. La lana tiene propiedades que le permiten resistir la suciedad y los olores, lo que significa que no es necesario lavarla con tanta frecuencia. Es posible limpiar solo la parte manchada, airearla o usar una plancha de vapor para que recupere su forma. Se recomienda lavar los jerséis de lana cada cinco usos, aunque algunos expertos en prendas de punto sugieren que se pueden lavar solo una vez al final de cada temporada.


Los sujetadores también suelen ser sumergidos en agua más veces de lo necesario. Lo ideal es lavarlos a mano cada dos o tres usos. En cuanto a los vestidos, se recomienda usarlos de una a tres veces antes de lavarlos; las camisas, cada uno o dos usos, y las camisetas, después de cada uso. Algunas fibras, como el algodón, requieren detergentes más fuertes y temperaturas más altas para eliminar la suciedad, aunque la mayoría de nosotros no ensuciamos la ropa lo suficiente como para necesitar temperaturas más altas de lavado.


Reducir la frecuencia de lavado de la ropa tiene múltiples beneficios, como el ahorro de energía y agua, así como la prolongación de la vida útil de las prendas. Además, lavar en exceso puede hacer que la ropa encoja, pierda color y se deteriore más rápidamente. La combinación de una fabricación de ropa de menor calidad y un lavado excesivo resulta en que cada vez más prendas acaben en los vertederos prematuramente.


Además, existe una preocupación medioambiental relacionada con los microplásticos, que son pequeñas partículas de plástico liberadas durante el lavado de fibras sintéticas como el poliéster y el nailon. Para abordar este problema, se recomienda invertir en un filtro de microplásticos.

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