“La vida secreta de las plantas”, es un libro icónico que recopila una serie hallazgos relacionados con el mundo vegetal realizados por diversos investigadores, donde exponen las diferentes relaciones físicas, emocionales y espirituales que se dan entre las plantas y el hombre. A través de sus páginas descubrimos que las plantas pueden ser fiables detectores de mentiras y eficaces centinelas ecológicos, que tienen la capacidad de adaptarse a los deseos humanos e incluso de comunicarse con el hombre, que responden a la música o que tienen importantes poderes curativos. Peter Tompkins y Christopher Bird sugieren que la revolución más trascendental, aquella que podría salvar o destruir el planeta, puede venir desde nuestro jardín. Las plantas son seres vivos impresionantes y este libro nos muestra que son las únicas criaturas que, producen su propio alimento y, sin duda, constituyen la mayor fuente de riqueza de nuestro planeta: incluso el carbón y el petróleo fueron vida vegetal en el pasado. Los estudios y experimentos sobre la comunicación de las plantas indican que todos los seres vivos —el hombre, las plantas, la Tierra, los planetas y las estrellas— se relacionan íntimamente entre sí: lo que le ocurre a uno de ellos afecta a los demás. Basado en este libro, en 1979 se lanza el documental “La vida secreta de las plantas”, donde Stevie Wonder aceptó el reto de hacer la banda sonora original de este maravilloso documental, dirigido por Walon Green. El álbum fue grabado entre febrero y abril de 1979 y lanzado a finales de octubre del mismo año bajo el sello Tamla Motown Records. El resultado final es el disco más ambicioso de su carrera, un muestrario de “músicas del mundo”.

Lavar la ropa con demasiada frecuencia no solo daña nuestras prendas, sino que también tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Sin embargo, podemos reducir este impacto realizando algunos cambios simples. La reducción de la frecuencia de lavado no solo nos ayuda a ahorrar, sino que también tiene un impacto significativo en la sostenibilidad. Muchas veces pasamos por alto el hecho de que el cuidado de la ropa representa una parte considerable de la huella de carbono y el consumo de recursos a lo largo de su vida útil. Las prendas de lana son comúnmente lavadas en exceso. La lana tiene propiedades que le permiten resistir la suciedad y los olores, lo que significa que no es necesario lavarla con tanta frecuencia. Es posible limpiar solo la parte manchada, airearla o usar una plancha de vapor para que recupere su forma. Se recomienda lavar los jerséis de lana cada cinco usos, aunque algunos expertos en prendas de punto sugieren que se pueden lavar solo una vez al final de cada temporada. Los sujetadores también suelen ser sumergidos en agua más veces de lo necesario. Lo ideal es lavarlos a mano cada dos o tres usos. En cuanto a los vestidos, se recomienda usarlos de una a tres veces antes de lavarlos; las camisas, cada uno o dos usos, y las camisetas, después de cada uso. Algunas fibras, como el algodón, requieren detergentes más fuertes y temperaturas más altas para eliminar la suciedad, aunque la mayoría de nosotros no ensuciamos la ropa lo suficiente como para necesitar temperaturas más altas de lavado. Reducir la frecuencia de lavado de la ropa tiene múltiples beneficios, como el ahorro de energía y agua, así como la prolongación de la vida útil de las prendas. Además, lavar en exceso puede hacer que la ropa encoja, pierda color y se deteriore más rápidamente. La combinación de una fabricación de ropa de menor calidad y un lavado excesivo resulta en que cada vez más prendas acaben en los vertederos prematuramente. Además, existe una preocupación medioambiental relacionada con los microplásticos, que son pequeñas partículas de plástico liberadas durante el lavado de fibras sintéticas como el poliéster y el nailon. Para abordar este problema, se recomienda invertir en un filtro de microplásticos.

Por qué es crucial distinguir entre estas necesidades en tu pelo: su peso, forma, suavidad y nivel de encrespamiento están en juego. Aquí te enseñamos cómo determinar si tu cabello carece de proteínas o si, por el contrario, necesita más hidratación. Pero antes, ¿qué es la proteína en el cabello? La proteína capilar se refiere a la utilización de productos que contienen ingredientes fortalecedores para el cabello. La proteína es el componente clave del cabello que está compuesta por queratina, una fibra esencial que lo compone en gran medida. ¿Cómo puedo determinar si mi cabello requiere una mayor cantidad de proteínas y una menor cantidad de hidratación, o al contrario? Textura y apariencia Te dejamos algunos puntos con los que puedes analizar tu misma Evalúa la textura y el aspecto de tu cabello. Si percibes que está áspero, seco, quebradizo y frágil, es posible que requiera mayor hidratación. Por otro lado, si tu cabello se siente suave pero muestra falta de fortaleza y elasticidad, podría beneficiarse de una dosis de proteína. Elasticidad Realiza una prueba de elasticidad en una sección de cabello humedecido. Coge un mechón de pelo y estíralo suavemente. Si se estira y recupera su forma original sin romperse, es probable que tu cabello tenga una buena elasticidad y no necesite proteína adicional. Sin embargo, si se estira y se quiebra fácilmente o no recupera su forma, podría indicar una falta de proteína. Niveles de hidratación Si percibes que tu cabello siempre está deshidratado, sin importar cuánto lo hidrates, es probable que requiera una mayor hidratación. La escasez de humedad puede provocar que el cabello luzca apagado, áspero y propenso a romperse. En esta situación, puedes considerar utilizar productos que ofrezcan una hidratación profunda y retengan la humedad en el cabello. Procesos químicos y daños Si has sometido tu melena a procedimientos químicos como tinturas, decoloraciones, permanentes o alisados, es probable que necesite tanto proteínas como hidratación. Estos tratamientos pueden debilitar y dañar el cabello, por lo tanto, es fundamental restaurar tanto la fortaleza como la hidratación perdida. Variedades de proteínas Existen una variedad de proteínas utilizadas en productos para el cabello, como la queratina, proteína de trigo, proteína de seda y proteína de arroz, entre otras. Cada tipo de proteína tiene sus propias cualidades y beneficios. Es crucial investigar y descubrir cuál es la más adecuada para ti. Los beneficios de la queratina pueden variar dependiendo de si tienes el pelo liso o rizado. A continuación, te presento una lista resumida de lo que puedes lograr con cada una de ellas: Queratina La queratina es la proteína principal que compone el cabello. Los productos capilares que contienen queratina ayudan a fortalecer y reparar el cabello dañado, mejorando su elasticidad y resistencia. Proteína de trigo La proteína de trigo es conocida por su capacidad para retener la humedad y suavizar la fibra capilar. Ayuda a mejorar la textura y apariencia del cabello, proporcionando hidratación y fortaleza. Proteína de seda La proteína de seda es apreciada por su capacidad para suavizar y acondicionar el cabello. Contribuye a mejorar la elasticidad y brillo del cabello, dejándolo suave y sedoso al tacto. Proteína de arroz La proteína de arroz es reconocida por su capacidad para fortalecer el cabello fino y débil. Crea una capa protectora que mejora su fuerza y volumen. Proteína de soja La proteína de soja es rica en aminoácidos esenciales que fortalecen y nutren el cabello. Ayuda a mejorar la elasticidad, textura y proporciona una dosis de hidratación. Es importante tener en cuenta que no existe una proteína "mejor" para el cabello, ya que cada tipo tiene sus propias características y beneficios. Lo más adecuado es encontrar la proteína o combinación de proteínas que se adapte mejor a tus necesidades. Puedes probar diferentes productos que contengan estas proteínas y observar cómo reacciona tu cabello para determinar cuál funciona mejor para ti. La prueba y error siempre es útil... Mantener el equilibrio Recuerda que el equilibrio es fundamental. El exceso de proteína o hidratación también puede tener efectos negativos en el cabello. Si no estás seguro de lo que tu cabello necesita, busca la ayuda de un profesional. Ellos podrán evaluar el estado de tu cabello y recomendarte productos y tratamientos específicos para abordar tus necesidades.